martes, 15 de diciembre de 2015

Teoría celular

Teoría celular

La teoría celular es la más amplia y fundamental de todas las generalizaciones biológicas. Esta teoría nos dice, que todos los seres vivos desde los más grandes, como las ballenas, hasta los más pequeños, como los microbios, están constituidos por células. La célula es la unidad básica de todos los seres vivos. Existen seres vivos muy pequeños como las bacterias y los protozoarios que están constituidos por una sola célula, por lo que se les llama organismos unicelulares. En cambio, los seres vivos u organismos más grandes como los hongos, algunas algas, las plantas y los animales, están constituidos por muchas células, por lo que se les llama organismos multicelulares. Todo este conocimiento, que parece sencillo, fue el resultado del estudio y la investigación de un gran número de hombres de diversas nacionalidades a través de varios siglos. El conocimiento sobre la célula se inicia en el siglo XVII y su desarrollo está estrechamente relacionado con la invención y perfeccionamiento del microscopio. Un instrumento que permitió a los primeros investigadores aumentar el tamaño de la materia viva, permitiéndoles así poder observar lo que hasta ese momento era invisible para el ojo humano. Enseguida mencionaremos las aportaciones hechas por algunos investigadores para el establecimiento de la teoría celular. Robert Hooke un físico, matemático y arquitecto inglés dedicó cierto tiempo al mejoramiento y empleo del microscopio compuesto. En 1665 publicó su libro titulado Micrographia, en el que incluyó una descripción e ilustración de la estructura del corcho. Hooke introdujo el término cé- lula para referirse a las pequeñas cavidades que observó con su microscopio en un pedazo de corcho muy delgado. Estas diminutas cavidades le recordaban a Hooke los pequeños cuartos o celdas de los monasterios, llamadas cellulae en latín, de ahí el nombre. El corcho es la corteza seca del árbol llamado alcornoque, por lo tanto, lo que Hooke realmente vio fueron las paredes celulares de las células vegetales que constituyeron la corteza antes que se secara. En las plantas vivas encontró que las células estaban llenas de “jugos”, pero a pesar de esta observación, le dio una mayor importancia a lo que en ese momento era más visible, la gruesa pared celular, más que al contenido de la célula. Su microscopio compuesto (de dos lentes) no le permitió observar ninguna estructura intracelular ya que sólo aumentaba treinta veces los objetos.
A Hooke se le reconoce haber sido el primero que observó e identificó las células, además de legarnos el término célula. Dibujos hechos por Robert Hooke sobre las células del corcho, las cuales observó con un microscopio similar al de esta fotografía.  La célula: unidad de la vida Mientras Hooke realizaba sus investigaciones en Inglaterra, en un pequeño pueblo holandés, un hombre de oficio comerciante llamado Anton van Leeuwenhoek perfeccionó el método de pulido de vidrio, mejorando las lentes. Con ellas fabricó un pequeño microscopio simple (una lente), que aumentaba los objetos cerca de trescientas veces. Leeuwenhoek era un gran observador y con los más de cien microscopios que construyó descubrió un mundo desconocido para el ser humano (el mundo de los microorganismos) que sólo con sus microscopios pudieron ser vistos. A partir de 1673, Leeuwenhoek da a conocer sus observaciones a una organización científica, la Real Sociedad de Londres, de la que Hooke formaba parte. Durante 40 años, Leeuwenhoek escribió 125 cartas a la Real Sociedad de Londres, donde les narraba sus descubrimientos hechos en diversos materiales como el agua de lluvia y de charcos, donde descubrió unos seres que el llamó “animalículos”, conocidos hoy como protozoarios y bacterias.

 En sus cartas llegó a describir las tres formas que presentan las bacterias: esferas, bastones y espirales. Además de estos organismos unicelulares, también observó los espermatozoides en el semen y los glóbulos rojos en la sangre. Su curiosidad era tal, que llegó a observar su propio excremento, donde vio la Giardia lamblia, un protozoario flagelado que habita el intestino humano. A Leeuwenhoek se le reconoce el haber realizado las primeras observaciones de bacterias y protozoarios; con él se inicia la ciencia de la microbiología. Con los descubrimientos de Hooke y Leeuwenhoek se sientan las bases de la biología celular. Lamentablemente, este conocimiento permanece estacionario por más de un siglo. Es hasta principios del siglo XIX cuando se reconoce la importancia de las células para los seres vivos. Para estas fechas, las técnicas de preparación de tejidos y los microscopios habían mejorado notablemente. En 1824, el biólogo francés Henri Dutrochet llegó a la conclusión de que todos los tejidos animales y vegetales están constituidos por diminutas células, y que el crecimiento de un organismo era el resultado de un aumento en el número o en el tamaño de las células, o en ambos. En 1831, Robert Brown, botánico escocés, reconoce o generaliza la presencia de un corpúsculo central contenido en la sustancia “mucosa” de la mayoría de las células. Este corpúsculo descrito por Brown es el núcleo. Unos cuantos años después con los trabajos publicados por dos alemanes, el botánico Matthias Schleiden y el zoólogo Theodor Schwann, se consolida todo el conocimiento que sobre la célula se tenía. En 1838, como resultado de sus observaciones de tejidos vegetales, Schleiden concluye que todas las plantas están constituidas por células.
Al siguiente año, en 1839, después de estudiar por años el tejido animal, Schwann afirma que los animales también están constituidos por células. Asimismo, argumentan que cada célula es capaz de mantener una existencia independiente, ya que los procesos vitales de los seres vivos ocurren dentro de cada una de las células que lo constituyen. Dibujos hechos por Leeuwenhoek de los espermatozoides humanos,  observados con su pequeño microscopio simple. Ambos investigadores presentan pruebas claras y convincentes de sus ideas logrando la aceptación general de los biólogos de la época y el establecimiento de la teoría celular, la cual afirma: 
• Todos los seres vivos están constituidos por una o más células. 
• La célula es la unidad básica de estructura y función de los seres vivos. Posteriormente, en 1858, el patólogo alemán Rudolf Virchow, con los resultados de sus observaciones amplía la teoría celular y agrega una tercera afirmación:
 • Las células provienen sólo de otras células. La teoría celular es muy importante porque enfatiza la similitud de todos los seres vivos. En la actualidad se reconoce como una de las principales teorías de la biología.

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